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Reactivan ranicultura en Jalisco

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GUADALAJARA, JAL. – La pandemia dejó un severo impacto en la ranicultura jalisciense luego de que se cerraron durante un largo periodo los espacios turísticos y recreativos donde se demanda la carne de rana.

Sin embargo, la presente etapa de reactivación económica y el gradual despegue de la actividad turística, dejan buenas señales para que se reactiven las granjas ranícolas establecidas en Jalisco.

Así lo informó el biólogo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER-Jalisco), Rubén Ruiz Medina, quien refirió que la reactivación económica que se vive actualmente es una buena noticia para la actividad ranícola estatal a fin de resarcir los daños del año pasado.

“Al tenerse todo cerrado, se nos cerró también la frontera para exportar, se nos cerraron los restaurantes y la venta era muy escasa; pero ya en este año parece que va mejorando, tenemos buena relación con los compradores y parece que todo se va a componer”, resaltó.

Mencionó que el efecto del cierre de sitios turísticos pegó durante el año pasado y con ello, al caerse la demanda de la carne del anfibio, se tuvo un descenso de 50% en la producción de carne, siendo el volumen anual de solo 15 toneladas, según datos preliminares.

Sin embargo, ante las señales que ya se tienen en la mayor demanda de carne, el centro acuícola de la SADER Jalisco, ubicado junto a la presa El Estribón en Yahualica de González Gallo, ya está en marcha con sus tareas encaminadas a la producción de renacuajos para su distribución entre los ranicultores.

 

 

Resultados del extensionismo

Ruiz Medina advirtió también que la ranicultura ha recibido apoyos del Programa de Extensionismo Rural, lo que se concretó en un estudio de la nutrición de las ranas en algunas granjas de la Región de Los Altos.

Detalló que este estudio ya registra conclusiones satisfactorias en sus resultados, concretamente en la necesidad de que en la dieta de los batracios se incluyan organismos vivos para que las ranas mejoren su ingesta de proteína animal, lo que ha impactado sustancialmente en reducir el ciclo de crecimiento de los anfibios.

Al respecto, el biólogo extensionista Jorge Luis Arámburo expuso que hay resultados confiables que revelan las ventajas de la ingestión de organismos vivos en la dieta cotidiana de las ranas en las granjas, por las aportaciones que se tienen en los contenidos de proteína y grasa de los seres vivos que se suministraron a las ranas.

Detalló que en un experimento en que se suministró el artrópodo Red lobster las granjas tuvieron beneficios muy evidentes en la ganancia de peso y en mejores índices de salud que les dieron un comportamiento muy saludable.

Hizo énfasis en que la sustitución del alimento balanceado por el artrópodo debe analizarse muy a fondo ante una situación que se presenta para los ranicultores, a quienes se les ha recomendado que apliquen una dieta a sus ranas a base de alimento balanceado, que más bien podría ser más recomendable para la crianza de otras especies, como la trucha, el bagre y la tilapia, pero no para la rana Toro, “la que se come al alimento balanceado, cuando no le queda de otra”.

Añadió que una dosis semanal de cinco a seis gramos de Red lobster, se recomienda en la fase final de crecimiento de las ranas. Y que ahora se investigará la aportación del escarabajo Tenebrio en la dieta de las ranas, una especie ya estudiada en la nutrición de varias especie acuícolas.

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