Agricultura
Finaliza proyecto de estimulación de lluvias
CIUDAD DE MÉXICO. – El proyecto Estimulación de Lluvias logró mitigar los efectos de la sequía en 98 por ciento de los polígonos de estimulación donde se puso en marcha, con lo que se aseguró la producción agrícola de riego y temporal en cinco proyectos regionales, se incrementaron los volúmenes de captación en presas y se combatieron al menos 25 incendios forestales, anunció el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Detalló que el proyecto, operado por la Secretaría, a través de la Comisión Nacional de las Zonas Áridas (Conaza) y el apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), contribuyó entre marzo y lo que va del año, a asegurar la producción del ciclo de riego 2022 en los estados de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Baja California, Coahuila, Durango y Zacatecas.
El funcionario federal explicó que la precipitación de lluvia permite el crecimiento de alimento para el ganado, la siembra de cultivos de temporal y se monitorea la entrada de agua a las presas.
De acuerdo con la Conaza, dijo, se delimitaron seis polígonos –uno en Sonora, otro en Sinaloa, uno más en Chihuahua, uno en Baja California y dos en la zona de La Laguna (Coahuila, Durango, Zacatecas)—, de un millón de hectáreas cada uno, donde la lluvia fue colectada en una red de pluviómetros para comparar la eficacia del reactivo, al comparar el exceso de lluvia entre la pronosticada por modelos de pronóstico del tiempo y la captada.
Villalobos Arámbula destacó que la contribución del proyecto al almacenamiento de las presas de los seis proyectos regionales registró variaciones desde 55 hasta 65 por ciento. La contribución a la recarga de acuíferos como el de Laguna de Mexicanos en Chihuahua fue de prácticamente 90 por ciento.
Indicó que el esquema –puesto en marcha por primera vez en el país— fue un éxito ya que contribuyó a mitigar los efectos de la sequía en 98 por ciento y aseguró la producción agrícola de riego en los cinco proyectos regionales que cubren 40 por ciento de la superficie nacional de los distritos de riego y 33 por ciento de las unidades de riego del país, asegurando la producción de alimentos.
La agricultura de riego es diez veces más productiva que la de temporal para reducir la amenaza de la falta de alimentos que se avizoraba debido a que las presas de almacenamiento se encontraban históricamente en niveles muy bajos de su capacidad al inicio de la temporada de lluvia, anotó.
Indicó que la FAM aportó al proyecto dos aviones King Air 350i, con capacidad de reacción inmediata para las condiciones de operación que se requieren, además se cuenta con pilotos y técnicos experimentados.
La planeación y programación de este tipo de vuelos se llevan a cabo a partir del análisis de las condiciones meteorológicas, por parte de meteorólogos de ambas dependencias, sustentadas con información obtenida mediante aplicaciones móviles e imágenes satelitales.
Recordó que este proyecto operó con éxito en Baja California durante febrero y marzo pasados, en una extensión de un millón de hectáreas que comprenden el poblado de San Vicente y la zona agrícola de San Quintín.
Contribuyó estimulación de lluvias a combatir incendios
Expuso que el programa piloto –ejecutado por la Conaza, que preside Ramón Sandoval Noriega— benefició a 10 mil habitantes en la zona de influencia del perímetro, la gran mayoría productores agrícolas, y a tres mil ganaderos mediante las precipitaciones que impactan en los mantos acuíferos y abastecen de agua bordos, arroyos y represas.
Asimismo, en abril pasado, mediante una operación coordinada con la Secretaría de la Defensa Nacional, se realizó la aspersión de yoduro de plata en las nubes sobre municipios de Nuevo León y Coahuila para generar lluvias y coadyuvar con los trabajos realizados por las autoridades civiles y militares en el combate a un incendio forestal.
El principal impacto que se tiene sobre los objetivos de la Conaza, que comprenden nueve millones de hectáreas, es el aumento de cobertura vegetal con relación a la condición inicial, pues ya se observan matorrales y pastizales que servirán para la ganadería extensiva, así como la captura de carbono y la conservación de la biodiversidad.
Al concluir el proyecto, la Coordinación del mismo, a cargo de Alejandro Trueba Carranza, publicó un anuario en el que se detalla el origen, desarrollo y resultados de la estimulación de lluvias, que se busca constituir en una tecnología sistematizable, consistente, repetible y bajo las condiciones correctas de nubosidad y humedad atmosférica, y que sea altamente eficaz y cien por ciento efectiva.