Agricultura

Agave libre de desforestación

Published

on

GUADALAJARA, JAL.-En el campo jalisciense se asume el reto de un desarrollo sustentable, de modo que la detonación económica de sus actividades sea compatible con el respeto al medio ambiente, porque de lo contrario habrá daños muy difíciles de reparar.

Así lo planteó el responsable del despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco), Salvador Álvarez García, al presidir en Autlán de Navarro, la toma de posesión de Luis Mancilla Robles, como delegado regional del Sistema Estatal Producto Agave.

Destacó el funcionario estatal que todo cultivo que se establezca en el territorio estatal tiene el reto de enfocarse por la vertiente de la sustentabilidad, lo que ahora se encuadra en la agenda específica que se tiene en marcha en el gobierno de Enrique Alfaro, y que ya tiene compromisos específicos para ciertos cultivos, como el caso del proyecto Agave Responsable Ambiental (ARA) para desalentar su establecimiento en terreno forestales.

Mencionó que en el caso del agave también se tiene el reto de producir en forma tal que se asegure su colocación en el mercado de su cadena productiva, dado que sería lamentable que después se tuvieran problemas en este asunto en un eventual contexto de sobreproducción de agave tequilero.

Exhortó al gremio agavero de esta región a consolidar su organización, para generar proyectos productivos en los que en un momento dado se podrían canalizar apoyos públicos.

En el encuentro con los agricultores agaveros, Álvarez García recibió diversos planteamientos para mejorar condiciones de predios con problemas en zonas de riego, a lo que se comprometió a gestionar acciones correctivas en los ámbitos estatal, federal y municipal.

Un gran desafío

La apertura de terreno al cultivo del agave en pendientes pronunciadas (35 por ciento) de tierras de uso forestal o de agostadero, trae consigo un severo efecto de erosión de los suelos fértiles. La pérdida supone la merma de 1 kilogramo a 1.8 kilogramo, en cada milímetro por cada metro cuadrado del predio.

Así lo plantea en su amplia experiencia de campo el agrónomo de la SADER Jalisco, Domingo Huerta Aréchiga, quien precisa que el efecto es devastador, si se considera que hay pérdidas de 300 toneladas de suelo por hectárea en un lapso de dos años.

Precisa que después vendrá un enorme reto para reponer la fertilidad del suelo y eso lleva su tiempo. Refiere que en algunos se requieren más de 30 años para resarcir daños, por lo que hay necesidad de que se utilicen las técnicas adecuadas en terrenos forestales que pasarán a ser de uso agrícola, aunque se tenga permiso de cambio de uso de suelo.

Destacó que varios cultivos de importancia en Jalisco, como agave, berries, aguacate y el mismo maíz (de lo que hay testimonios muy repetidos), tienen el reto de no incurrir en malas prácticas que afecten un patrimonio de trascendente importancia, como es el suelo, para que éste conserve su fertilidad y capacidad de producción.

Click para comentar

Más vistos

Salir de la versión móvil