Concluyen en Teocuitatlán entrega de apoyos

TEOCUITATLÁN, JAL.-Debido al temporal difícil que enfrentaron algunos productores en 2022, entre ellos, Antonio Leal García, quien comenta que no se pudieron probar los elotes porque no se dieron las mazorcas por falta de lluvia, solicitó apoyo del Programa de Aseguramiento Agrícola de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco) que el pasado viernes terminó en Teocuitatlán de Corona la entrega a 1,107 solicitantes que perdieron sus cultivos, sobre todo de maíz.

Acerca de este recurso, la titular de la dependencia estatal, Ana Lucía Camacho Sevilla, expresó que el programa cumple un papel importante en resarcir parcialmente las pérdidas de los productores por factores climáticos adversos, como sequías, granizadas e inundaciones, y con ello incidir en capitalizar a los afectados.

La funcionaria estatal también reconoció el esfuerzo de autoridades municipales para que la entrega de estos estímulos sea de manera transparente y sin intermediarios, lo que también se impulsa en los diversos programas que maneja la SADER Jalisco.

Por su parte, la ejidataria de la comunidad de Citala, María Silva, comentó que los recursos que recibirá le permitirán volver a preparar tierras, luego de que tuvo pérdidas muy serias por falta de precipitación, pues no pudo conseguir las 30 toneladas de maíz que acostumbra cosechar cuando hay buenos temporales.

Otro agricultor, Pablo Rodríguez Sotelo, de la comunidad Puerta de Citala, dijo que en temporadas normales de lluvia se sacan hasta 7.5 toneladas de maíz por hectárea, pero en esta ocasión no sacó nada de grano porque hubo 52 días sin llover. “Este año solamente se aprovechará el rastrojo (follaje y tronco del maíz) de mis parcelas” y agregó que el ingreso de este estímulo sirve para reponerse.

EL DATO

Con un presupuesto de 10 millones de pesos, durante 2022, el Programa de Aseguramiento Agrícola facilitó apoyar a 1,107 personas productoras en 19 municipios donde hubo siniestros climáticos, con lo que se contribuyó a reducir la afectación económica en 4,861 hectáreas de cultivo, debido a inundaciones, sequías y granizadas.